jueves, diciembre 25, 2008

Intangible

A mi musa imaginada...


Cruda y frágil, reivindicante
de todo tu género.
Intangible mujer, etérea amazona, sólo podré
-¿al menos?- reconstruir tu figura,
nunca en una mañana perfecta. Nunca a mis ojos,
destinarán, la visión
de tu espalda desnuda.
Hiel de mil pesquisas revuelve tu vientre, mientras
oníricamente, inconscientemente,
meces mi ilusión a un abismo púrpura;
dirimo si soñar, al menos, una caída
suficientemente extensa, como para pensarme
eterno;
o, tal vez, flotar un instante y volver, otra vez,
finalmente al mismo sabor;
Agrio dolor, padre de la
creación -¡Nútreme!-
Sólo una expresión basta(ría), para,
gentilmente,
hundirme en laberintos irredentos.


¿Cómo te atreves, mujer despiadada,
a mostrarte así?
Pudoroso placer, privarse de intentar, aunque sea,
flotar sobre tu cuerpo.




Sir Nenon

3 comentarios:

Luci dijo...

Me encantó este poema y no soy de hacer cumplidos porque sí.

Te felicito.
Sigo leyendo.

Anónimo dijo...

Bello.
Suertuda la mujer que se quede con usted...

Sir Nenon dijo...

No creo que suertuda. Condenada a una dulce amargura tal vez.